Odio el método científico, prefiero la magia de las emociones, me da igual que las produzcan cosas cuyo nombre desconozco y que terminan por "-ina" o "-eno". El romanticismo incorregible es incompatible con el raciocinio.
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"Se conocieron y se gustaron. Nada excepcional. Los científicos lo tienen todo muy estudiado, han escarbado en el misterio del amor y han alcanzado conclusiones unánimes para reducirlo a una secuencia sencilla de reacciones hormonales de la que han informado puntualmente a los suplementos dominicales de los periódicos. Fabricaron fenilatinamina con las primeras miradas, las sonrisas cómplices, los comentarios banales. Y ambos sufrieron sendas descargas de dopamina que apresuraron las cosas -¿En tu casa o en mi hotel?-. Inundados por las ansias, andrógenos y estrógenos bailaron en la noche dentada del deseo. Las endorfinas fueron liberadas. Amaneció, y el bienestar, seguía estando allí, renovándose con cada gesto, con cada detalle."-Frégoli-
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Anita dixit: ¿Realmente es así? Si lo es, se pierde la magia.
Morrisey -
A lo mejor la magia está en que sea así... bona nit
ResponderEliminarEn la inexplicable combinación de sustancias químicas? Sí? y por qué se combinan frente a unos y no frente a otros?
ResponderEliminarUna respuesta quiero.....
Pienso que todo es más complejo que todo esto. Hay muchas teorías científicas que explican todo hasta un punto, un punto en el que ocurre algo que es. Sólo es.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Un saludo.
Yo también creo que es más complejo pero puede que sólo sea por mi absoluta ignorancia en las "-ina" y en los "-eno". Esa ignorancia me hace creer en la magia que tal vez no existe.
ResponderEliminarGracias y bienvenido Carlos F.
Uff, Noire, si supiera eso prepararía pócimas infalibles para seducir ciudadanos y ciudadanas y me haría de oro. No es tan fácil
ResponderEliminarSi supieras eso serías dios o algo así y sentarías a cientos a tu diestra y a tu siniestra y... ¿sabes? No te veo, no.
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