He caído tantas veces que el aire es mi maestro;
tengo en la mano el aire que nunca nos olvida,
si nuestro amor fue siempre como una despedida,
cuando todo termine quedará lo más nuestro.
Ya he empezado a morir para aprender a verte
con los ojos cerrados. Así será mejor,
para toda la vida no basta un solo amor,
tal vez el nuestro sea para toda la muerte.
© Fotografía naq
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