sábado, 15 de mayo de 2010

EXTRAVAGANCIAS Y SOMBRAS


Una extravagante combinación entre devoción y odio, le mantenía en un permanente estado de atención. Buscaba cualquier cosa, cualquier pequeña señal, que le permitiera adivinar su siguiente pasó. Hasta ahora había funcionado, siempre había sido así. Una intuición, un presentimiento y ahí estaba, trazando el camino por el que sabía que ese ser, odiado y amado, en iguales proporciones, iba a tomar. Viviendo siempre a dos pasos de distancia, tropiezos en  inquebrantables encrucijadas, que llenaban de sentido su vida. En la sombra permanente del vacío. Una quimera.
Dejó de sentir, de percibir. Sin sus sensaciones la angustia se acrecentó hasta el infinito. Necesitaba odiarle en la misma proporción que necesitaba venerarle. Había olvidado como era vivir de otro modo, si no era así, su vida quedaba hueca.
Se vistió de oscuro. Por el camino pensó en lo fría que era la tarde y en lo pronto que sería de noche. El aire olía a lluvia. Nadie caminaba por el viaducto. Nadie vería nada, sólo una sombra oscura sobre las piedras del río.

David Gray - Be Mine

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