lunes, 10 de mayo de 2010

RECREACIONES (III) Johann Ahrends Von Meyer y Antje Friedrich



Amor,
Escribo estas letras sabiendo que no las vas a recibir. No las enviaré, no sabría donde hacerlo. Vivir sin saber por donde andarás, si estarás bien, si tendrás miedo, me quiebra la vida. Sólo me consuela pensar que si no tengo noticias es que todo va bien. Pero, carezco de entereza, y desfallezco, una y otra vez, cuando siento que los días pasan y que tal vez estés en medio de la nada, esperando poder continuar vivo un día más.
En la puerta pinto un calendario. Meses sin fin, tantos como los que estarás fuera, tantos como los que yo seguiré escribiendo nota tras nota, para guardarlas en una caja mientras imploro, a lo que sea, que te mantenga vivo, que te proteja de cualquier cosa, que nuestro recuerdo te alivie cuando sientas miedo, que no me olvides. Pero me siento egoísta, mezquina, porque lo deseo pensando en mí, en el inmenso vacío que tu ausencia me deja. Me avergüenzo y te extraño.
Tengo miedo, amor, todo me da miedo. Tengo miedo a tu falta, a recibir una carta que diga que has caído. A que, sin compasión alguna, me entreguen la guerrera que vestías. Tengo miedo de perderme en una espera de la que desconozco el final, a enloquecer en tu ausencia. Tengo miedo de tener tanto miedo.

marlene dietrich- lili marlene -

3 comentarios:

  1. Curiosa (y magnífica) coincidencia con el "Querida Milagros" de El último de la fila:

    Esta mañana al salir a patrullar,
    hallamos muerto al soldado Adrián.
    Como manda el reglamento procedimos a buscar
    los objetos que llevara. Sólo hallamos esta carta:

    "Querida Milagros, llevo seis días aquí.
    Te echo de menos, no puedo vivir sin ti.
    He visto las explosiones brillando a mi alrededor.
    Tengo miedo, no lo oculto, sólo me queda tu amor.
    Por ahora la suerte me ha sonreído;
    necesito verte, aquí no hay amigos;
    no estaría de más que alguien me explicara,
    qué tiene esto que ver contigo y conmigo.

    Querida Milagros, queda tanto por vivir.
    Sería absurdo dejarse la piel aquí.
    Querida Milagros, aún no he podido dormir.
    un sueño frío me anuncia que llega el fin.
    Cuando leas esta carta háblales a las estrellas,
    desde que he llegado aquí sólo he hablado con ellas.
    He visto a los hombres llorar como niños;
    he visto a la muerte como un ave extraña,
    planear en silencio sobre los caminos,
    devorar a un sol que es tuyo y es mio.

    "Querida Milagros, llevo seis días aquí.
    Te echo de menos, no puedo vivir sin ti.
    "Querida Milagros, llevo seis días aquí.
    Muchos han muerto, casi todos moriran
    Querida Milagros, me tengo que despedir
    siempre te quiere:
    tu soldado Adrián

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