martes, 1 de diciembre de 2009

HOY TOCA DARLE "PAL PELO" AL SISTEMA JUDICIAL EN MATERIA DE VIOLENCIA.

Fulanita, que marchó de su ciudad con el profundo acojone en el que vivía, tras cohabitar con un fulano que cada día para desayunar le arrojaba un tazón de mala leche, dos galletas totalmente integrales sin nada de harina y le hacía cenar una buena parrillada de ostias (no de las consagradas), recibe una citación acompañada de demanda de su aún “amante” compañero, por la que debe personarse, en el plazo de 8 días, en un Juzgado a más de mil kilómetros del lugar en el que ahora se encuentra refugiada, porque el fulano en cuestión solicita que la custodia de un niño que tienen en común (que fue bautizado con las lágrimas de su madre mientras se dolía de dos costillas rotas), le sea otorgada por considerar que fulanita es una “zorra” y una mala madre (tal cual lo digo).
Como la señora vive escondida desde hace más de un año, en un municipio alejado de la comunidad autónoma, recuperándose física y psíquicamente de las lesiones que ese “mierda” le causó, los “papeles” le llegan tarde y mal.
Así que, aquí en la Gran Urbe, a petición del fulano que oculta todos estos datos, se pone en marcha la maquinaria, sin tener en cuenta las circunstancias existentes, una violencia desmedida y que esta mujer goza, por decirlo de alguna manera, del estatus de víctima protegida. Estatus que finalmente la mujer consiguiera tras un peregrinaje sin igual por mil Juzgados, hasta que alguien vio que el color de nazareno que la mujer lucía en su cara no era producto de una nueva gama de maquillaje. Hoy en día la mujer tiene una orden de protección para ella y su hijo que, a remolque de su madre, luce alguna que otra marca en el cuerpo y en su mente.
La historia es que en la Gran Urbe no se enteran, ni se quieren enterar, y como no cruzan datos, ahora la buena mujer tiene una citación en la que debe comparecer junto al "mierda", sin ningún tipo de garantía ni protección, a responde de una demanda civil con hechos absolutamente falsos y tendenciosos. Y debe comparecer, si con si, porque el “mierda” ha presentado la demanda aquí y no da tiempo a resolver que es lo que pasa con la situación de violencia ni con la competencia territorial y funcional de los Jugados en cuestión. Y es que el sistema judicial es una maquinaria que rueda a su bola y sin tener en cuenta que los plazos para sus ciudadanos, en algunos casos son vitales y las explicaciones que las personas merecen, también

Hace unos días yo misma colgaba una nota poniendo a parir la “Ley Integral contra la Violencia de Género”, y decía que no podíamos hacer recaer ante los Tribunales la responsabilidad de resolver estas cuestiones. Me reafirmo una a una en todas las palabras que dije precisamente porque el sistema debe funcionar para que las auténticas víctimas de violencia de género y doméstica (que no es lo mismo) reciban verdadera protección y no quedar todo en simple papel mojado.

Por eso, hoy toca “que le de pal pelo” al sistema judicial. Sé por experiencia que trabajar con un colapso de trabajo es un infierno; sé que pasar por el colador todos los expedientes que cae en nuestras manos es un drama porque siempre puede haber alguno que, por excesivamente fino, se nos cuele por los agujeritos del tamiz, y se puede llegar a cometer una terrible injusticia; pero lo que también sé es que lo que no se puede hacer, porque las circunstancias y la responsabilidad no lo permiten, es ignorar la existencia real de casos de violencia que rondan los Juzgados de nuestra geografía y tratarlos como meros expedientes de reclamación de cantidad, donde lo que hay en el haber suma y lo que hay en el debe resta, por la falta de capacitación o voluntad de quien los tramita.

O nos ponemos todos las pilas o esto está condenado al fracaso más absoluto y mientras iremos sumando estadísticas y mentiras institucionalizadas.

P.D.: El tonito y el lenguaje sólo muestran la rabia que hoy tengo y lo mucho que me he tenido que morder la lengua y es que esto es un "suma y sigue"

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