Saboreo la pregunta que pende de mis labios antes de lanzarla al infinito ¿Me deseas, amor? Me deslizo entre tus días para acompañarte y enredarme entre tus cosas, como a los dos nos gusta. Sabes que estoy contigo, Amor.
Me pierdo por los recodos de tu mente y ahí me entretengo entre tus idas y venidas. ¿Me sientes, amor?
Mis manos tibias descansan sobre tus hombros y te susurro al oídos nuestros secretos de siempre y te siento temblar, es la proximidad de la piel ¿Lo notas mi amor?
Ronroneo. Es la fortuna que siento de tu cuerpo adorado, permanentemente soñado.
Me contorsiono al compás de tus respiraciones adheridas, esbozando, palmo a palmo, la silueta de tu cuerpo. Me abruma la vehemencia de nuestros cuerpos ¿La sientes, amor?
Te has clavado en mis entrañas y me comprimo para que permanezcas en mí y bucees entre mis profundidades más sutiles hasta encontrar tu rincón preferido, ese que sólo lleva tu nombre. Soy tu puro reflejo ¿Cómo te sientes, amor?
Cierro los ojos, y ahora sólo juego a imaginarte, una venda perfecta e invisible. Sin verte te veo, azorado, encogiendo los hombros mientras adivinas el irreal aliento que emana de mí y templa ya tu nunca, ¿Lo notas, amor?
Infinito. Nos anclamos en lo eterno al posar los labios mientras una lengua sutil los entreabre para adentrarnos en nuestras bocas y saborearnos, milímetro a milímetro. Un viaje en el tiempo, en el espacio, un corto paseo hasta encontrarnos en medio del deseo que lo cubre todo.
Mi mano se desliza por tu espalda, centímetro a centímetro, y te encadena a mi tibia humedad. Y te sostengo mientras te mantengo atrapado en infinito beso vertical, al que ya nos hemos abandonado ¿Me besas, amor?
Dentro de mí, licuado.
Juegos acuoso y tibios. Pasatiempo de antesala que distraen lo que ya no vamos a parar.
¿Te estremeces, amor? porque yo sí lo hago.
La turbación se me ha clavado indefectiblemente donde la humedad ha creado su feudo. Envenéname y lléname de tí antes de que acabe esta hora.
Me pierdo por los recodos de tu mente y ahí me entretengo entre tus idas y venidas. ¿Me sientes, amor?
Mis manos tibias descansan sobre tus hombros y te susurro al oídos nuestros secretos de siempre y te siento temblar, es la proximidad de la piel ¿Lo notas mi amor?
Ronroneo. Es la fortuna que siento de tu cuerpo adorado, permanentemente soñado.
Me contorsiono al compás de tus respiraciones adheridas, esbozando, palmo a palmo, la silueta de tu cuerpo. Me abruma la vehemencia de nuestros cuerpos ¿La sientes, amor?
Te has clavado en mis entrañas y me comprimo para que permanezcas en mí y bucees entre mis profundidades más sutiles hasta encontrar tu rincón preferido, ese que sólo lleva tu nombre. Soy tu puro reflejo ¿Cómo te sientes, amor?
Cierro los ojos, y ahora sólo juego a imaginarte, una venda perfecta e invisible. Sin verte te veo, azorado, encogiendo los hombros mientras adivinas el irreal aliento que emana de mí y templa ya tu nunca, ¿Lo notas, amor?
Infinito. Nos anclamos en lo eterno al posar los labios mientras una lengua sutil los entreabre para adentrarnos en nuestras bocas y saborearnos, milímetro a milímetro. Un viaje en el tiempo, en el espacio, un corto paseo hasta encontrarnos en medio del deseo que lo cubre todo.
Mi mano se desliza por tu espalda, centímetro a centímetro, y te encadena a mi tibia humedad. Y te sostengo mientras te mantengo atrapado en infinito beso vertical, al que ya nos hemos abandonado ¿Me besas, amor?
Dentro de mí, licuado.
Juegos acuoso y tibios. Pasatiempo de antesala que distraen lo que ya no vamos a parar.
¿Te estremeces, amor? porque yo sí lo hago.
La turbación se me ha clavado indefectiblemente donde la humedad ha creado su feudo. Envenéname y lléname de tí antes de que acabe esta hora.
Sade -
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm...
ResponderEliminarGraciassssssssssssssssssssssssssssssssssss
Me ha recordado , la cartita de "Seda".
ResponderEliminar;)
Me gusta, Anita.
ResponderEliminarLo que me pasa es que no me dura tanto, para hacer tantas preguntas.
Un abrazo.
KENIT
Las preguntas hay que hacerlas en la segunda vuelta. En la primera, según como, basta con apagar fuegos. Besos.
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