sábado, 24 de marzo de 2012

ÉRASE


Érase una vez, un contador de historias que llegó, contó, dejó a todos embelesados y marchó. Érase una vez, una mujer embelesada que se sentó a la vera del camino, esperó y al final, una tarde de lluvia, se desvaneció.

6 comentarios:

  1. Son dos historias paralelas con finales parecidos. Me gusta lo corto, no necesita ritmo porque está donde salió, inmutable.
    Un chucho.

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  2. Ten cuidado Carlos, a ver si siguiendo este blog te van a aparecer ratones.

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  3. Gracias Kenit, era una chorrada que se me pasó así como sin pensar. Besos

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